Más y más investigaciones demuestran que entre el niño que funciona plenamente y el niño que marcha por la vida con tropiezos existe una diferencia fundamental:
“LA ACTITUD QUE TIENE HACIA SI MISMO.”
El concepto que el niño tiene de sí mismo influye en la elección de sus amigos, en la forma en que se lleva con los demás, afecta su creatividad, su integridad y su estabilidad, y decide si ha de ser conductor o seguidor. La actitud hacia sí mismo pesa en forma directa sobre la forma en que vivirá todas las etapas de su vida. De hecho la autoestima es el factor que decide el éxito o fracaso de cada individuo como ser humano.
!Te invito a que ayudes a tus hijos en creer firme y sinceramente en sí mismos ayudándolos a desarrollar una sana autoestima.¡